Mi incursión en el mundo de la construcción de instrumentos surgió aproximadamente hace seis años, en torno al 2015. Esta inquietud fue forjándose cuando comencé a formar parte de una agrupación musical universitaria, de forma paralela a la época en la que cursaba mis últimos años en la carrera de Ingeniería en Diseño Industrial.

La conjunción de todos esos elementos sembró la semilla de la curiosidad en mí y el interés de saber, no solo cómo se fabricaban los objetos que me rodeaban sino, en especial, los instrumentos.

Poco a poco fui reparando alguna guitarra o timple aislados: los analizaba, confeccionaba planos de sus entrañas… hasta que un día un compañero del grupo musical me comentó la posibilidad de que pudiera construirle un timple. Aunque tardé cerca de tres meses en terminarlo, a partir de ahí, con el boca a boca, surgieron más pedidos de amigos, conocidos… 

Y así fui incrementando mi dedicación al que ahora es mi motor profesional y vital.

Mi aprendizaje se ha basado en el autodidactismo, analizando con detalle los instrumentos y poniendo en práctica los conocimientos adquiridos en mis estudios, especialmente aquellos relacionados con la fabricación asistida por ordenador.

Además, internet y las redes sociales han representado una gran fuente de sabiduría, ya que he podido conocer los procesos de fabricación de la mano de expertos reputados en el sector de cualquier parte del mundo. No obstante, siempre hay detalles y formas de hacer que he ido adaptando a mi manera de construcción.

Trabajando el Requinto